Leíste bien, con B. Con esa misma letra que tanto nos hace (y hará) reírnos del eterno rival por su inferior categoría, puede argumentarse el triunfo de Indesingente en el único estadio del norte argentino en el que se cumplieron las obras prometidas.
No sólo se trata de cambiarle la primera consonante de su apellido al árbitro del partido, sino que aquella frase de la semana anterior de Américo Gallego, DT de los rojos de Avellaneda, vaticinando con mucha convicción la victoria en Tucumán retumbó en mis oídos para delinear este análisis del accidentado 2-4 que sufrió nuestro Decano con semejante actuación del juez.
Y pensé también que con B se escribe el del tal Oscar ABalos (devenido en segundo asistente), que tuvo palmo a palmo con la principal autoridad del juego, una paupérrima tarde en su rendimiento y fue influyente en el resultado. ¡No seas tan susceptible teresa!, no es con vos, posta.
Con el que sí tiene que estar todo mal, es con el gil que le tiró algo al integrante de la terna arbitral. Sí, aunque por su actuación haya merecido que se lo encadene en algún edificio a punto de hacer implosión, no podemos ayudar a ser perjudicados. Como si no tuviéramos bastante con lo que hizo Faraoni en el NG; o como si no hubiéramos descubierto que nos van a querer garcar. Y mejor, dejarlo ahí, darle para adelante, como siempre lo hicimos.
Ah, hasta el mismo Gallego me hizo el aguante con estas líneas, ya que al término del encuentro, sostuvo: “cuando nos empataron pensé que si no ganábamos este partido, frente a un rival con dos jugadores expulsados, me tenía que ir". Y por si la querés más clarita, ¿te voy alcanzando el balde de agua Tolo?
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