Para muchos hinchas de Atlético que lo vieron jugar fue el más grande jugador que tuvo el club en todos los tiempos. Un dirigente de la institución, el señor Núñez de la Rosa, lo vio jugar en los potreros de Tafì Viejo y de inmediatamente lo trajo para que jugara en los Decanos.
En 1943 debutó en tercera división donde jugó un par de partidos, siendo promovido esa misma temporada a la primera con sólo 18 años. Dueño de una excepcional calidad y extraordinaria habilidad, el Patón, como se lo conocía en al ambiente futbolístico, llenó los ojos y los corazones atletiquenses de fútbol y alegría en los tres inolvidables años en que jugó con la camiseta celeste y blanca. Con Atlético, ganó los campeonatos de Honor, Competencia y Absoluto de 1944 y Competencia 1945. Integró uno de nuestros más grandes equipos, aquel de Fiori, Cerrutti y Ponce. Chalín, Crespín y Jaime; González, Benavídez, Martín, Martínez y Rojas.
Alguien lo definió alguna vez para los más jóvenes como una mezcla de Ricardo Bochini por su habilidad e inteligencia y de Enzo Francescoli por su elegancia y calidad. En marzo de 1946 Estudiantes de la Plata se presentò en el Monumental para jugar un amistoso contra los nuestros. Esa tarde Benavídez enloqueció a la defensa de los Pincharratas y produjo admiración entre los dirigentes visitantes, quienes una vez concluido el cotejo se reunieron con sus pares de Atlético para formalizar su pase a al equipo de La Plata.
En el Pincha se encontró con que en su puesto estaba un histórico, gran jugador como Negri, razón por la cual en ese club jugó muy poco. Para 1947 pasó a Newell’s Old Boys de Rosario donde demostró toda su enorme capacidad llevando a la Lepra a ocupar el tercer puesto en el campeonato de 1949 y en el que el crack fue el goleador del equipo. Era la mejor campaña que un equipo rosarino había realizado hasta ese momento en Primera División.
Sus grandes actuaciones despertaron el interés de uno de los más grandes del país: San Lorenzo. El Cuervo lo contrató en 1951. Allí jugó hasta 1955 siendo goleador del Ciclón en los campeonatos de 1952 y 1953 (en este último fue el máximo artillero con 22 goles junto a Juan José Pizuti, de Racing) En el azulgrana siguió deleitando al publico y a la prensa en general, lo que llevó a que el Señor Félix Daniel Frascara, destacado columnista de la revista El Grafico, lo bautizara con el mote del Doctor del Fútbol Argentino.
La selección, el viejo continente y vuelta a casa
El Patón también integró en varias oportunidades el plantel de la Selección Nacional. En 1951, formó parte del equipo que jugó el histórico partido contra Inglaterra, en el mítico estadio de Wembley. Su campaña en el fútbol grande de nuestro país comprende 238 partidos en los que marcó 101 goles. En 1956 fue transferido al Málaga de España donde finalizó su carrera como futbolista. En Octubre de 1990 volvió a su provincia natal para visitar a sus amigos, entre ellos dos ex compañeros de Atlético: Raúl “Cara i Gallo” Martínez y Armando Cerrutti. Enterados de su presencia en Tucumán, los dirigentes de Atlético lo invitaron a concurrir al estadio para presenciar el cotejo en el que el Decano se enfrentó a Atlético de Rafaela. Antes del cotejo, el entonces presidente de la institución C.P.N, Miguel Saguir le hizo entrega de una distinción y su nombre fue anunciado por los altoparlantes del estadio, recibiendo el cariño de toda la multitud.
“A pesar de haber jugado en varios clubes, mi corazón siempre estuvo en Tucumán y en mi querido Atlético”, fueron las palabras dichas por el jugador en aquella oportunidad.
Juan Armando Benavídez, un CRACK con mayúsculas, el patòn para los tucumanos o el dòctor para los porteños. Un grande de verdad que dio Atlético Tucumán al Fútbol Argentino y que nos enorgullece a todos los Decanos.
2 comentarios: on "Benavídez, el doctor del fútbol argentino"
gloria del decano el paton.. muy buena nota,, hay que destacar los cracks que tuvo atletico, que fueron y seran envidia para el resto de los equipitos del norte argentino
Benavides, espectacular como persona. Fue entrenador mío en Málaga cuando yo era niño. Como futbolista un maestro. Gracias por recordarle
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