Sobra fe, falta fútbol

Cuesta ver lo positivo (si es que lo hubo) en el empate que consiguió nuestro Decano querido frente a Godoy Cruz, en el José Fierro. Si bien no se perdió, hace cinco fechas que no se gana y la última vez que cantamos victoria fue en la recordada paliza a Boca en la cuarta fecha. Dejamos pasar una nueva chance de sumar mientras todos nuestros rivales directos restan. Con un triunfo se conseguía un aire importante para asumir con mayor tranquilidad los compromisos más que difíciles que se vienen, entre ellos Estudiantes y Vélez, así de una, uno después del otro. Y lo que más preocupa fue el bajo nivel mostrado por el equipo, que se mostró más que desorientado en casi todo el partido, sólo apostando a incursiones individuales. Sólo se pueden rescatar los primeros minutos del segundo tiempo, cuando las entradas de César Montiglio y Fabio Escobar parecían haber oxigenado al equipo. Pero todo fue tan efímero que se cortó con el gol visitante.
Mucho para analizar y debatir, sobre todo por el lado del DT, que parece andar igual de perdido que el equipo en estas fechas. Muchos cambios -algunos drásticos y sorpresivos- que dan la sensación de afectar la confianza del grupo. El Chulo, sin embargo, todavía tiene crédito y banca, y esperamos que pueda encontrar de una vez por todas el funcionamiento ideal del equipo, o al menos regularidad. Ya pasaron nueve fechas y no supimos aprovechar todas las ventajas que nos dieron nuestros rivales directos en la lucha por permanecer.
Todavía queda bastante, pero a esta altura, con medio Apertura adentro, hay errores que no se pueden repetir. Pero así y todo la gente banca, como siempre lo hizo y lo hará, y ayer despidió con aplausos a un equipo que dejó una pálida imagen. Misma despedida le dio en todos los partidos que jugó, hasta en el desastre de Rosario, que luego de copar y aguantar todo el partido, también hubo palmas para estos jugadores que tenemos fe que pueden regalar otra alegría a fin de temporada. Son rachas, y están hechas para aguantarlas mientras duren y también para que se corten. Sólo esperamos que no duren mucho, porque tanto margen no hay.