¿Justicia?

El despido de Aníbal Hay de la AFA nos genera diferentes sensaciones. Por un lado salió a la luz un hecho que era evidente, no era necesario ser un genio para darse cuenta que el arbitraje perjudicó a Atlético en la primera fecha del torneo Apertura frente a San Lorenzo (y en muchas otras más). Sin embargo, ¿es aceptable la decisión que tomó la asociación comandada por Julio Grondona? Pregunto porque, por ejemplo, en Italia mandaron a la segunda división a la Juventus por los partidos arreglados. Acá todo es muy poco serio.

Desde la AFA dijeron "Julio, como siempre, está al tanto de todo". Al Decano nadie le devolverá los puntos fundamentales que perdió en la primera fecha. A la lucha contra los malditos promedios de descenso (invento argentino), se le suma la corrupción explícita de los arbitrajes. No descubrimos nada nuevo al conocer el accionar de estos sujetos, esto siempre pasó y seguirá pasando porque el fútbol nacional es un plato en el que comen muy pocos.

Cristian Faraoni cumplió con pálidas actuaciones siempre que dirigió a los de celeste y blanco. Sin ir más lejos, cobró un dudoso penal cuando Atlético enfrentó a Banfield, el extraño puntero del Apertura. Mientras tanto, el referí seguirá dirigiendo "porque hizo lo que se debe en estos casos". Si hay algo que no sobra en este contexto es ética. Cuando el agua está llegando al cuello, cualquiera tira manotazos de ahogado.

No ser un equipo afiliado a la AFA parece que ser un pecado. Que se haga público este bochorno le tapa la boca a algún periodista de TyC Sports (se toman las cosas de donde vienen) que dijo que "los tucumanos se quejan demasiado". No hay que olvidarse que los constantes fallos polémicos dejaron a Atlético sin DT. Héctor Rivoira se enloqueció una y mil veces con las malas decisiones de los jueces. Las esperanzas parecen hacerse añicos en un sistema donde los poderosos acaparan todo. No obstante, Atlético es un grande y está acostumbrado a remar contra la corriente. A quedarse en Primera "aunque la AFA no quiera".