Sacó pecho en el Gigante

Por como se había dado el partido, el punto suena a negocio redondo, aunque sobre el final quedó la sensación que si nos animábamos un poco más, el triunfo viajaba de vuelta con esa banda que no paró de alentar un segundo al Decano, que sumó en Rosario y espera con confianza el duelo frente a Colón, el próximo sábado 5 a las 19.00.
Todavía renegando por la confirmación de lo obvio, como lo fue la verificación de que Cristian Faraoni nos había perjudicado de forma intencional en el primer partido, arrancó el duelo en el Gigante y sólo pasaron algunos segundos y ya mostramos la debilidad defensiva que nos invade sobre todo a los comienzos de cada tiempo. Y en un tiro de esquina, pelota que podría haber sido tranquilamente de Ischuk o de Páez, fue de Guillermo Burdisso, que de cabeza la mandó adentro. Cuesta arriba se hizo todo, y más aún luego de que le anularan un gol al Flaco Pereyra, en fallo discutido. Casi sin ideas y sin poderío ofensivo terminó el primer tiempo.
Con las mismas características arrancó el segundo período, pero a medida que fueron corriendo los minutos, el visitante se dio cuenta de que si se lo proponía podía lastimarlo al Canalla. Luego de los ingresos de Saavedra, Sarría y Escobar, esta afirmación se hizo más notable y Capé casi lo empata rematando de afuera. Minutos después, fue el Paragua el que se animó de afuera e hizo delirar a más de la mitad de la provincia con el gol del empate. Acertó Chiche con los cambios, no hay dudas de eso. Los ingresos de estos tres jugadores le dieron otro ritmo al Decano frente a un rival más que complicado, que terminó desconcertado y cerca del knock out.
Punto muy importante, sobre todo por lo anímico, ya que el equipo volvió a sumar fuera del José Fierro, algo que no pasaba desde el partido contra Banfield, desde la fecha 8, también 1 a 1.
Ilusiona el empate y potencia al grupo previo al tremendo duelo frente al Sabalero, recién ingresado a la próxima edición de la Libertadores y uno de los animadores del torneo. Pero como decimos siempre, se juega en la caldera de 25 y Chile, donde todo puede pasar.