La gente cautivó a los turistas

Ya desde temprano el domingo, los porteños sabían que algo alucinante pasaba por sus calles. No jugaba la selección la final del mundo: la Inimitable banda del DK comenzaba a copar sus barrios y su gente se convertía en un atractivo turístico más para todos los extranjeros que paseaban, sobre todo por Costanera Sur, donde fueron alojados los más de 60 colectivos que llegaron desde Tucumán. Cada vez que los bondis destechados con turistas pasaban por un grupo de hinchas, detenían su marcha y no paraban de filmar y sacar fotos a la gente que no paraban de cantar, en la previa del espectáculo que después darían en el Monumental de Núñez, donde demostró otra vez porqué es el gigante del Norte. DeCátedra te muestra uno de los momentos en el que los turistas extranjeros, admirados por la locura de la banda, paraban para tomar imágenes y filmar a los hinchas alentando, mientras los guías turísticos intentaban encontrar la palabras para definir lo inexplicable: la pasión decana.