El Palacio fue Decano

¡Que desahogo, vieja! Tan grande como el Palacio de Parque Patricios, cuna del buen trato de pelota y para no ser la excepción, el Decano le hizo honor a su historia -y también a la propia-tocando, atacando por los costados, tirando caños, lujos y, lo que más importa, llevándose los tres puntos.

Esta tarde en el Tomás Ducó no sólo se terminó la sequía de unidades, sino que se consolidó el buen juego que venía demostrando el equipo del Chulo, a pincelazos es verdad, porque el nerviosimo y los afanos arbitrales terminaban por arruinar la fiesta. Hoy esa parte de la historia fue distinta, el referí no incidió en el resultado y Atlético regaló los primeros tres puntos a su gente, que desafió el día y la hora del partido y dijo presente en la cancha del Globo, alentando a full y callando a los locales, tal como pasó en el Bajo Flores con San Lorenzo, una inimitable costumbre.

Lucas no tuvo mucho trabajo pero se mostró seguro cuando se lo exigió, igual que Villavicencio y Barone; ni hablar Satanás que fue el mariscal que se necesita en el fondo para intimidar en la categoría. En el medio se vio lo mejor del DK, con un Diego Erroz quitando y distribuyendo como en sus mejores momentos, un pibe Drocco que la rompió, Musto que fue de menor a mayor, Capé que tuvo las suyas y el Seba Longo que fue fundamental, en defensa y sobre todo en ataque. Además, como nos tiene acostumbrados, regaló lujos haciendo estragos por el frente izquierdo del ataque.

No fue la tarde del Pulga, pero si la del Flaco Pereyra, que jugó como lo hizo Pastore en ese césped todo el campeonato pasado: manejó con criterio e inteligencia la pelota, metió algún que otro lujo y pudo inflar la red con un cabezazo, ese que tanto necesitaba el rocker Decano.

Ahora a laburar más tranquilo, a corregir errores pero con el alivio de los tres puntos para esperar a Boca con la confirmación de que este es el camino que debe transitar el equipo: buscando siempre el arco del frente, abriendo la cancha y siendo punzante por los extremos. Espera otra fiesta en el José Fierro, esperemos que no se quiera colar ningún árbitro y que se abrochen los primeros puntos en casa. Tarea difícil, pero por lo que juega este equipo para nada imposible.