La historia se impone

No será el primer Decano que se calce la de la Selección, ni mucho menos. Dentro de la gloriosa historia de Atlético, uno de los ítems que llenan de orgullo fueron los distintos llamados a nuestros jugadores para lucir la camiseta nacional. Los casos de mayor renombre fueron los de Ricardo Julio Villa, que llamado en 1975 por César Luis Menotti, luego jugó el Mundial de 78 y, todos saben, fue campeón y figura en esa competencia; y el de Hugo Ginel, genio Decano, que brilló en los Juegos Olímpicos de Roma. Hay que destacar también las participaciones de Rafael Albrecht con la Selección, que integró los planteles albicelestes en los mundiales de Chile 62 e Inglaterra, este último fue titular y marcó goles de penal, su característica distintiva como defensor. Si bien ya no jugaba en el Decano cuando lo convocaron, Albrecht es producto de Atlético en un 100%, ya que se crió en el club (vivía en el Pasaje Atlético), jugó en las inferiores, fue mascota, y en Primera fue Campeón de Campeones, el inolvidable título de 1960, el primero a nivel nacional de un equipo del Norte.
También Raúl Francisco Agüero, el Kila Castro, el Patón Benavídez (leer una nota sobre él en "entradas anteriores") y Héctor Bambino Gómez, fueron otros de los criados en el semillero de 25 y Chile que tuvieron renombre a nivel nacional. Una grata costumbre que se repite con el Pulga y que, seguramente, no terminará en él. Como siempre, la historia se termina imponiendo y, en consecuencia, nos llevaremos alguna alegría más.