Foto: Télam
Son tantos los motivos por lo que el 12 de septiembre de 2009 no será un día más para los hinchas de Atlético, que cuesta encontrar el comienzo del porqué. El triunfo del sábado, gigante como el Decano, fue ante uno de los mejores equipos del mundo, con jugadores que tienen varias finales nacionales, continentales e internacionales ganadas, pero que vio en el José Fierro el escenario más complicado que hubieran imaginado.
Si el Coco y los suyos hasta hubieran preferido un Maracaná o un Morumbí, pero no la caldera de 25 y Chile que en la cuarta del Apertura 09 dio comienzo a lo que esperemos sea la grata costumbre de derribar mitos y embriagar de felicidad y locura en Primera División, algo que estos jugadores -a esta altura héroes mitológicos- vienen regalando desde el Argentino A.
No será fácil de olvidar, no se le ganó "medio a cero" y colgado del travesaño, se lo superó con la personalidad y contundencia propia de los grandes: Riquelme fue una sombra, Palermo ni hablar, Insúa mostró un poquito más, el chileno Medel casi que no pasó al ataque, Viatri poco y nada... Y todo eso fue mérito de un equipo que no se cansa de regalar alegría al pueblo futbolero más fiel por esta parte del mundo. Los elogios son redundantes. Pero no vamos a ahorrarlos, menos en este momento. Decir que Lucas respondió cada vez que se lo exigió, que Satanás está entre los mejores líberos del campeonato, que Erroz pasa por un momento exquisito, que el Seba Longo derrocha lujos y eficacia, que el Flaco Pereyra no se queda atrás con el lirismo ni con la peligrosidad ofensiva, y que el Pulga mete más miedo que Kaká y Luis Fabiano juntos, no está demás. Que Barone se lleva puesto un Scania, que Villavicencio, Montiglio y Musto no desentonan y que Capé si no toca, corre y mete, también da gusto decirlo.
También hay en estas líneas lugar para el Chulo, que leyó el partido como pocos en la Argentina y se dio el gusto de que el Boca campeón de todo sea una sombra en el Monumental. Algo que no sorprende mucho a los afiliados a las estadísticas, ya que de 10 partidos jugados entre estos grandes, se reparten 5 triunfos cada uno. Historial que pocos pueden ofrecer ante los Xeneixes.
Pasó una prueba de fuego, jugarle con línea de tres y humillar a este equipo no es poca cosa, ni mucho menos. A disfrutarlo y festejarlo como se merece. Por suerte este grupo no deja dar muestra de grandeza y por sobre todo de humildad. Que tienen los pies sobre la tierra, nadie lo duda. Por eso llena de tranquilidad escuchar las declaraciones mesuradas después del partido remarcando que "esto recién comienza" y que el campeonato Decano es de "38 fechas".
Ahora a la Paternal a seguir con esta identidad de buen juego, algo que caracterizó históricamente a esta gloriosa institución que vive para la mayoría de los hinchas, que no pudieron vivir las gestas del pasado, un momento soñado. A seguir descorchando y que la locura no tenga fin. Como lo fue siempre, sólo que ahora el país es testigo de la verdadera grandeza del Norte del país.
2 comentarios: on "Que la locura no tenga fin"
ojala asi se amigo¿¡ los jugadores son heroes que no nos paran de dar alegrias¡?¡¡ aguante el dk hasta la meurte¿¡¡
bachita querido, la alegría ya la teníamos de antes, era verlo al Deca querido intentando jugar al fútbol, aunque se perdiera como contra San Lorenzo o nos roben como contra los putos de independiente, me gusta verlo a este equipo tan convencido de su estilo de juego, ver la entrega de los jugadores, después de todo, es lo único que pedimos, que pongan y que jueguen, lo demás a mi no me importa, no sé si el deca es el más grande o el más chico del norte o del país, sólo sé que verlo entrar a la cancha es una de las cosas más lindas que me puede pasar, sigamos siendo humildes que vamos a llegar lejos...
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