Un punto que suma y resta

A ver, por donde arrancamos. Que queda un toque de frustración por el empate, es verdad. Que tampoco es tanta porque se sumó, también es cierto. Pero la balanza se equilibra mucho cuando uno repasa como jugó el Decano 80 de los 94 minutos del partido.
Por momentos hizo correr la pelota y buscó los espacios con una tranquilidad asombrosa. Parecía que en el césped del José Fierro los roles estaban invertidos. Daba la impresión de que el mejor equipo de la temporada pasada era el local y que el visitante era el recién ascendido. Párrafo aparte para los golazos del Paragua Escobar; el primero por la definición y el segundo por la jugada previa del Seba Longo. Se le juega de igual a igual a cualquiera, ya quedó demostrado, y no es poco.
Se empató porque se perdió la concentración y la marca, el mismo motivo por el que no se sumó frente a San Lorenzo, Independiente y Argentinos. El mismo problema, seis fechas después. Eso es lo que da bronca e impotencia.
También resulta raro que el Chulo, gran "cerrador" de partidos durante la B Nacional, ahora no intente lo mismo en Primera. Pero bueno, no busquemos responsables únicos porque los últimos diez minutos del partido de ayer tienen que servir. Y no sólo es Atlético el que sufre las distracciones. Repasando los goles de la fecha, te das con que el 90 por ciento son por aprovechar fallas contrarias. Ahora se viene un Ñuls que está en el centro de los flashes por los fallos arbitrales en contra que sufrió en las últimas fechas, así que a no sorprenderse si el arbitraje, una vez más, nos juega en contra.
Pero tenemos equipo para ir al frente contra eso y mucho más. Altético juega a la pelota como pocos, eso lo mantenemos y es en lo que se basa la confianza para seguir sumando y no perder pisada en la lucha por permanecer. Que se mantenga el estilo, se corrijan los errores, y que sobre la fe. Como decimos siempre en DeCátedra: equipo sobra, hinchada ni hablar.